DÍA SIN FÚTBOL

Partido atípico el que jugará el Real Madrid en tierras polacas, debido al cierre del estadio del Legia Varsovia tras la sanción decretada por la UEFA, a raíz de los incidentes provocados por parte de su hinchada más violenta, durante el choque de la 1ª jornada frente al Borussia Dortmund.
Amparados bajo el histórico nombre de un club fundado allá por 1916, un grupo de violentos ha conseguido que uno de los partidos más esperado por la hinchada legionaria, sea recordado no por la visita del vigente campeón de Europa sino por la ausencia de su público en su estadio para recibirlo.
Gracias a estos energúmenos, el Legia de Varsovia carga con las acusaciones de disturbio de público, uso de bengalas, lanzamientos de objetos, comportamiento racista, organización deficiente y bloqueo de las escaleras. Aparte de la multa económica, se confirmó el cierre del campo.
Sin duda alguna, aunque cada vez con más frecuencia parece lo contrario, el fútbol pertenece a los aficionados. Seguidores capaces de gastarse una buena cantidad de dinero en comprar una entrada para ver a su equipo, acatar horarios incomprensibles, soportar frío o calor, lluvia o nieve.
Pero el comportamiento de ciertos personajes inclasificables, ha logrado lo que ninguno de los contratiempos mencionados anteriormente: dejar sin fútbol al verdadero hincha. Ese que anima sin desmayo, el que siente la derrota como una pérdida irreparable o la victoria, como un triunfo personal.
O que simplemente acude a disfrutar de un partido, a pasar un buen rato acompañado de sus familiares o amigos. A vivir una experiencia que no ocurría desde hace casi dos décadas, ver a su equipo codearse con los mejores de Europa en la máxima competición continental.
¿Ves justa la decisión de jugar a puerta a cerrada? ¿Quién tiene la culpa de llegar a esta situación tan incómoda? ¿La tibieza de los clubes a la hora de atajar estos comportamientos?
Etiquetas: Champions League 2016/2017, Legia Varsovia, Real Madrid